Al fin en Santiago de Compostela, al fin en el Obradoiro. Después de desayunar hacer tiempo para entrar a la catedral a la misa del peregrino. El final de mi Camino del año 2011.
Al entrar a misa por la plaza del Obradoiro lo primero admirar el imponente Pórtico de la Gloria donde se encuentra una extraña y prodigiosa representación de la Santísima Trinidad Cristiana. Se encuentra en obras pero algunas cosas se pueden observar. Después ya se puede pasar a la misa del peregrino. Al fin de cuentas no somos más unos sencillos peregrinos al final de este Camino.
Al poco rato paró de llover y me puse a dar vueltas por la zona para hacer algunas fotos de recuerdo, y ante el Palacio de Fonseca me encuentro a un fotógrafo con una cámara de más de 80 años de antigüedad y en activo; no pude resistir pedirle que me hiciera un retrato. Lo mismo que hubieran hecho mis abuelos y bisabuelos: el resultado.
Una foto de peregrino leonés a la tumba del Apostol. Como les gustaría haber hecho a mis abuelos y bisabuelos.
En el siglo XIX apenas unos pocos miles de personas peregrinaron a Compostela; algunos años se contarían con los dedos de las manos. El 40% de los peregrinos registrados en los archivos de la Catedral Compostelana corresponden a peregrinos llegados de todas las comarcas, montañas, valles, riveras y llanuras leonesas. Casi la mitad de los que mantuvieron viva la tradición de la peregrinación al Patrón de las Españas; el resto fueron gallegos, portugeses, y franceses.
Recuerdo personal del 11-XI-2011.
Brindar un chato de godello gallego en O Beiro por el fin de este Camino que inicié una mañana del 21 de noviembre del 2008 en el Puerto de Somport cuando al fin paró de nevar y pude comenzar a caminar.
Por la tarde dar una vuelta para ver cosas y saludar a los peregrinos con los que coincidí este año al llegar a Compostela, y después buscar lugar para cenar frugalmente.
Tuve la gran suerte de que me dieran mesa en el mesón Bierzo Enxebre, un viernes por la noche, y cenar alguna especialidad de la casa regado con una gran crianza de Luna Beberide. Está enfrente de la Casa de la Troya y al lado de Los Sobrinos del Padre donde ponen un pulpo de categoría casi sobrenatural.
La Fe nunca ha sido ni será jamás ciega, si es auténtica; le faltará información al fiel pero nada más. Lo demás son creencias, deseos incumplidos de satisfacer sus propias ambiciones, egoísmos, maldades, y necedades difusas.
Esto te enseña hacer andando El Camino de Santiago.