Plasmaideas
¿Qué son y cómo llegar
a tener alguna?
Para comprenderlo
fielmente deberá usted entrar en fantasimente
y verlo con claridad. Puede ver en segundos como una semilla se transforma
hasta el tamaño de un árbol que comienza a producir sus propias semillas para
perpetuarse, esto es algo que le ocurrirá si está pensando en algo que plantar
en el jardín o finca particular, ¿qué otro ejemplo le parecería más explícito?
El universo en sí es algo similar, nace de algo muy pequeño…y todo eso. Lo que
yo denomino plasmaidea es lo que mejor se adecúa a una idea de orden superior;
no lo hable (su cerebro está hablando continuamente desde que de niño aprendió
a hacerlo) y véalo.
¿Y si no puede entrar
en fantasimente?
Entonces lo que usted tendrá
serán obsesiones más o menos duraderas, posiblemente yo haya tenido algunas con
varias estrellas de cine, ¿y usted? Podrá incluso soñar con ellas, pero no son
plasmaideas tan solo reflejos en su cerebro; una plasmaidea se forma a partir
de algo propio y se conforma sobre algo o alguien que usted desea, ese deseo
toma forma a la vez que le ata y le llena de necesidades que atender pero
también puede ayudarle a resolver las necesidades más básicas. Cuanto más
elevado y ético sea su deseo mejores necesidades serán atendidas por su
plasmaidea.
No se esfuerce en
demasía por tener plasmaideas, no es cosa del cerebro, ni del suyo ni del mío,
ya las tendrá si es menester. Las plasmaideas se forman en fantasimente; en ese
campo sin fin se encuentra el pasado, el presente y futuro no solo de este
mundo sino del universo mismo, de un modo eso sí más bien esquemático me parece
a mí pero es que soy un hombre esquemático, y verdadero. En ello tienen cabida
sus plasmaideas, no importa cuántas tenga, cuanto mejores sean más ayuda tendrá
para plasmarlas.
Anímese y comience a
formar ya su primera plasmaidea. Por ejemplo: estoy por formar un grupo de
escritores con aquellos que aún utilizamos la pluma y el bolígrafo para escribir,
se llamaría Románticos Cefalópodos pues en estos días para ser capaz de
escribir una novela, publicarla y que alcance un cierto éxito es necesario
seguramente el cerebro de un calamar gigante. Y mucha tinta para expresarse.
Facundia contra
iracundia, una persona de natural jocoso y amigable, ¿qué puede hacerle
volverse iracundo? Toparse constantemente con necios. La creatividad natural de
cada uno de ustedes puede producir maravillas pero basta un necio para tumbar
la obra de millares de seres bien intencionados. Intentaré expresarlo mejor:
una idea es colocar un dragón maravilloso, no excesivamente grande pero
prácticamente indestructible, en un relato sobre las andanzas del rey Ramiro de
Oviedo y una plasmaidea sería en vez de ver un dragón volador que mata sin la
menor emoción y a velocidad prodigiosa a todos cuantos seres se le antoja una
sencilla pero considerablemente lujosa nave espacial con la cual poder viajar
por el sistema solar local e incluso por la galaxia, y en condiciones
aceptables no como los astronautas norteamericanos de las filmaciones
profesionales tipo: El Marciano.
El paso de maléfico a
benéfico obra el milagro de plasmar la idea, incluso en algo sólido.
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